lunes, 1 de febrero de 2010

El precio que la vida pone.

Antes de correr,andar.Antes de leer,deletrear. Antes de morir,amar. La vida pone condiciones si quieres vivirla y si no...zas! no juega. La vida no juega a lo que tu dices. Juega a lo que ella quiere.
Te da fama, o dinero, salud y cien mil amigos...pero te quita algo siempre que es por tí lo más querido. Un amor en todas sus formas. Un bien nacido de sus propios males.Una niña de sus ojos. Como a Lope. Ýa pagó con sus destierros, con los insultos que le dirigían por la envidia despertada, con sus penurias y con su alma. Pero no.No era suficiente.
Yo no sé si hubiese aguantado .Pero Lope estaba triste.Era para estarlo. Con amores, sin amores, con dinero, sin dinero, con Teodora, sin Teodora. La niña de sus ojos. Esto es de sobra causa justificada para estar triste.
¿Los insultos? Lo de menos. ¿Las alabanzas? También.
´¿Llegó tarde esta alabanza de Quevedo? "Lope Feliz ,¿por qué tanta tristeza/si llenó la Fortuna de riqueza/tu genio y tus escritos hasta el tope?/Néctar escribes; los demás, arrope/no se mida con otro tu grandeza..."

El Placer que escribo hoy es todo esto, todo el amor, todos los momentos que pasaste dichoso,junto a tu Belisa , a tu Juana, y a tu Marta. Porque es cierto que dentro de esa vida aciaga y mala que tuviste hubo momentos que fueron maravillosos. Yo también quiero el placer de vivirlos.

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