sábado, 19 de junio de 2010

Contraposiciones y tormentos de amor.

Estimado Señor Gómez de Quevedo y Santibáñez( usted firmaba Quevedo y Villegas):
Antes de nada debo advertirle de que soy una mujer. Del siglo XXI.
Yo también soy osada, temo y amo. Y por supuesto aborrezco. Pero no me aborrezco. He de preguntarle casi de manera inquisitorial cómo podía usted expresarse así siendo un misógino declarado. Y , es más :Cómo podía declararse con gotas de tinta , que serían para usted poco más que sangre vertida sobre la cuartilla, cómo podía usted ponerse en el papel de un ser enamorado sin estarlo, con su carácter huraño...al menos eso es lo que nos ha llegado. Que hasta para decir a Lope que escribía de maravilla se tenía usted que esconder bajo versos (incluidos ya en este blog) irónicos, culteranos y conceptistas. ¿No podía usted mostrarse tal como era? Si es que era usted de alguna forma... Disculpe pero no me puedo creer que usted, al olvidarse de olvidar los trabajos, no haya sentido amor en alguna de sus formas. ¿Tanto leyó como para que lo expresase así de bien sin sentirlo? ¿Era usted acaso buen comediante?
¡Se ha sentido solo entre las gentes, y ha querido morir continuamente! (Ahhhh) y ¿Ha ahogado usted las penas en alcohol cuando dice"perderse por hallar con qué perderse".? Eran acaso amores(los del poema) no correspondidos? O sea, que usted probó las mieles y las hieles...
Lo demás no me cuadra, señor Quevedo, (nótese que no le llamo "querido maestro" como a los demás pues aunque lo es ,lo ha sido y lo será, no sea que le vaya a molestar viniendo de una mujer)no me cuadra,le decía, que usted sea capaz de escribir que ha gastado todo el caudal en sufrimiento y demás efectos y no se declare usted. Y lo que menos llego a comprender es que desafíe usted al mismo Eros comentando ,por ahí ,que no es más que locura.
Supongo que ha leído el soneto de Lope que comienza con :"Desmayarse, atreverse ,estar furioso" guarda gran semejanza con el suyo. (y ahí lo dejo puesto que lo de Lope no está fechado, no se me vaya usted a enfadar ahora) A lo que quiero llegar es que Lope no ocultó al mundo su amor, ni que estaba enamorado ni que sufría por su culpa. Algunas veces se llegó a realizar, eso también lo sé. Pero usted, en cambio, no sólo no le ha ocultado al mundo con su misoginia y su carácter huraño por delante. Pero que no conoce a cierto dios, lo ocultó para usted mismo.Y deje que le diga:
Nadie mejor que usted lo conoce puesto que acaba su poema llamándolo "verdugo".
(En Madrid, Junio del año de Nuestro Señor de dos mil y diez.)

viernes, 18 de junio de 2010

Nostalgia o deseo.

Maestro, ha vuelto usted a sustantivar algo "insustantivable", ha vuelto hacer que me identifique con sus dolores de cabeza. Como cuando Federico tenía los "dolores líricos de cabeza", pero los suyos no eran líricos, lo sé. Maestro, usted pudo parar el tiempo al hallarla? Porque usted LA escribió después. La dicha conseguida y sin cuidado acerca de la fe de sus vidas, sí. Eso es lo que hay que tener en cuenta: el sin cuidado. Pero hay un problema, maestro: No se trata de Nostalgia lo suyo, se trata de deseo. Deseo de que los sauces vuelvan a rozar las frentes ,deseos de la arena perlada, deseos de vervenas y cálices. Ese brazo que ya fue... o que será... ese hombro y esa cintura.
Señor Jiménez Mantecón, el ideal no sólo de poesía ni de tarde pura, vendrá ,aunque sea en otra vida a envolver el amor en una eterna belleza. Y cuando venga haga usted el favor de decirle dónde vivo.