martes, 2 de febrero de 2010

Perdón y olvido.Honra ,orgullo y honor.

"Ni hay médico en el mundo que tomando el pulso a un amador aborrecido no le recete otra mujer".Y eso es lo que hiciste tú, durante toda tu vida. Algunos critican más todavía y por otros motivos después.No te libraste de las críticas ni después de muerto. eras celoso, mi querido maestro, pero no te importó compartir a Filis con su oficial ,incluso después de haberte conocido a ti antes.Orgullo.Lope.Orgullo.
No sirve cuando se está enamorado, lo sé. La honra y el honor dos conceptos muy parecidos actualmente pero muy distintos entonces...tampoco.Tú eras de otra época, y nadie entendía tu vida y que la quisieras vivir a tope.Y la vergüenza, menos. Qué valentía. Tú no fuiste un cobarde, lo presiento. Diste la cara por muchas y por muchos. y sobre todo decías lo que sentías a la primera. ¿Que a Filis no le gustaba que escribieras en sonetos los altibajos de vuestra relación? Pues que sepas que yo como mujer, te entiendo.
Pero ¿Y perdón,Lope? ¿Perdonaste alguna vez? Te tuvieron que perdonar muchas veces, se presupone. Pero ¿perdonar para tu conciencia,para que no te quede ni un migaja de rencor o para que la otra parte se quede conforme de que le has perdonado? Qué placer, Lope, qué placer perdonar y ser perdonado. Pero qué difícil es a veces cuando no se sabe ni siquiera si alguien te pide perdón como una frase hecha o de verdad quiere ser perdonado.
¡Qué tranquilidad,Lope! Cuando te perdonaron tu destierro, cuando perdonaste a Filis, cuando la volviste a odiar, y en el fondo la perdonaste de nuevo porque murió en el postparto. Aunque no se te olvidaran los malos momentos, el daño que te hizo su familia.
Me falta otro placer en la entrada de hoy: me falta el rencor:La ausencia de rencor y por ende el recuerdo de buenos momentos,de quien no se lo merece, porque no te ha pedido ni perdón ni nada. Pero es que ese placer anula al orgullo, así que no lo pongo.
Por mi honor, Lope, por mi honor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario