miércoles, 19 de mayo de 2010

"Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise"

Señor poeta: Con estos sus versos doy por zanjado todo el dolor que esa mujer le causa. A todos los poetas. No le importe que sea de otro, quizás tampoco nunca fue mía, ni ella ni su equivalente.
También nos preguntamos todos, si tal vez la quiere, si la quiere usted aún y si la quiero yo. A ELLA. No quiero quererla más. Su voz y su cuerpo no me importan, porque no eran de este mundo, eran de la mentira, la superstición y la cobardía. Sí que hacían sentir pero no merece la pena. Se tarda en olvidar muy pocos días pero muchas noches, usted no llegó a tiempo de escuchar la canción. Pero es totalmente cierto, si usted hubiese oído la canción sabría perfectamente cuántas noches son.
No. A veces yo también LA QUERÍA, y él también me quiso, al menos eso me dicen los entendidos. El problema es que él se guardó solito sin dar lugar a que yo lo pudiera guardar...lo que he decidido hacer hoy es precisamente des-guardar.
Ya le aseguro que este será el último dolor que ELLA le cause. Porque debido al mimetismo, a mí me ha pasado algo parecido, Señor Neruda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario