jueves, 28 de julio de 2011

Ya no soy la niña amarga.

Muchas felicidades ,querida maestra:
Vengo a decirte que ya no soy la niña amarga. O bueno, sí que lo soy. Aún me queda. Me enamoré sin querer, no fue queriendo, lo juro. No quería tener un soneto de hijo pero era poeta. Era un poeta que no escribía. Hace un mes que se fue. Y ahora , en el día de tu cumpleaños vengo a decirte que ya no soy la niña amarga, no te lo crees? Pues si no te lo crees, qyúdame un poco. Tienes experiencia en no decir el nombre de tus amantes, a quienes has amado y amaste, tienes experiencia en contarlo todo , pero no contar nada. Yo lo intento. Le sigo queriendo, y tú también lo quisiste toda la vida. Lo sé.
Querida Gloria, hoy hubieras cumplido 94 años, quisiera decirte que ya tengo calma, que ahora soy la niña verde, que ahora soy blanca, pero aún no puedo.
Y quiero poder, quiero dirigirme a ti un día para decirte esto, y poder.
Dime un secreto: ¿Te dirigió Federico la mano para escribir el poema? Un poco te ayudó, ¿verdad? a mí me ayuda muchas veces. Lo entiendo, será nuestro secreto.
Tú también me ayudas a mí cuando paso del estado de niña amarga, a niña verde o blanca.

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