miércoles, 15 de septiembre de 2010

El número plural.

Estimada Señora Dimoulá:
Me dirijo a usted para hacerla saber el privilegio que tengo.(Puesto que el privilegio es mío). Es usted la primera poeta a la que me refiero en mi blog que aún vive y ,aunque no es imposible, es casi improbable que usted lea esto.
El privilegio no es sólo haberla descubierto a usted hace unos meses(le pido disculpas por mi incultura en cuanto a poetas actuales griegos) pero alégrese porque una vez descubierta no pienso dejarla escapar. Gracias a su poema ,Ο πληθυντικός αριθμός , el cual llevaba muchos años escrito , he descubierto parte del sentido de la vida, del sentido de mis experiencias y del sentido de mi corazón y de varios corazones más. Lejanos en distancia pero cercanos en conocimientos.
Para contarme todo el amor no amó, tan sólo lo recibí en forma de poema. Para contarme el miedo sólo tuve que desgajar los meses y así, al verlos pasar, comprendí la segunda estrofa.
Para contarme la memoria, en mi caso iría lo primero, me lo he tenido que creer, yo tampoco olvido y menos esas cosas.
Y las noches a partir de ahora no han sido, fueron a partir de entonces , cuando aún yo no comprendía el poema.
Pero me queda la satisfacción de que serán todas, todas las noches a partir de ahora. Gracias , Señora Dimoulá por haber puesto a su alcance ese poema con que me enteré del mundo, con el cual me enteré de que ha habido un corazón muchos años y con el cual me entero de que no dejaré de leerla ,una vez que ya sé dónde encontrarla.
Y gracias por haber juntado esas cuatro cosas como los cuatro elementos del universo pero ahora cuando me amen de nuevo, volveremos del revés la noche para hacerla nuestra, para el miedo no tengo la receta y con la memoria se harán nuevas vidas.
Siempre temblarán mis manos al abrir nuevos libros y al descubrir nuevos poetas y nuevos poemas.
Como usted .

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