Estimado poeta:
He encontrado este poema suyo, y a mí sólo se me ocurre buscar color en sus textos. Lleva razón , Señor Poe, hoy no necesito el color.
Me basta y sobra con el conocimiento de que las hadas han volado, han resurgido y están en un pequeñito corazón , blanco y puro que aún no ha sido contaminado por la realidad.
Lo ha reconocido usted en su poema: ¡Qué profunda es la pasión que ponen en su sueño!
Y escribo y escribo hasta conseguir aclarar algo alegre de por qué lo hago.
No hay y repito que no me importa.
Si he conseguido hacer cosquillas a las hadas antes de que se despertaran me doy por satisfecha.
A mí tampoco me sirve para lo mismo nunca la luna, y cuando parece que todo se vuelve amarillo ,el único color en su poema , resulta que es para que se convierta en temblor .
No entiendo cómo superó usted morirse a los cuarenta . Tengo la esperanza de empezar a vivir. A lo mejor hizo bien, morir en vida no es vivir. Y es mejor morir para no morirse vivo.
Pero como se le conserva en muchas mentes y en muchas páginas, gracias en esta ocasión ,a las hadas; nos queda ese consuelo de encontrar albatros amarillos algún día.
Si el vaso lo permite.
Atentamente.
Para el camino
lunes, 1 de abril de 2013
lunes, 18 de marzo de 2013
El poeta pregunta a su amor por la ciudad encantada.
Pero yo le pregunto al mío.
Gota a gota me derramaba yo entre las piedras cuando hacía muchos años notaba el hervor en la sangre nada más rozar nuestras manos de amigos.
Cuando estaba y estuve segura de que esos sueños se me cumplirían porque no podía ser de otra manera.
No tenía que acordarse el amor. Tenía que acordarme yo y lo hice.
Y volvieron a quedarse las lágrimas entre la herrumbre de las piedras y los hongos de mi corazón.
No me ha supuesto la dalia de las penas y alegrías nada más que olores.
De todas formas, era lo que quería.
Lo que siempre quise y lo que siempre deseé. y si me he puesto a escribir esto continua en mi corazón la corona de amor en la(s) piedra(s) remota(s).Aunque no sea la misma ciudad a la que nos referimos el maestro y yo, es el mismo el amor interrogado.
miércoles, 29 de febrero de 2012
Coplas de San Juan de la Cruz.
Tras de un amoroso lance
y no de esperanza falto
volé tan alto tan alto
que le di a la caza alcance.
Para que yo alcance diese
a aqueste lance divino
tanto volar me convino
que de vista me perdiese
y con todo en este trance
en el vuelo quedé falto
mas el amor fue tan alto
que le di a la caza alcance.
He decidido copiar una parte de los versos a los que me refiero porque tiene usted, querido poeta, maravillas en cada uno de los que leo.Y si empiezo a escribir , son demasiados. Si me refiero a ellos como maravillosos ,se pueden hacer ideas equivocadas.
Hace mucho que no siento el amor, el alcance, el volar y el trance, Su santidad. Y no me refiero a usted como prelado, sino como santo. Siempre he pensado que los santos era gente que tenía algo especial de sabiduría y de saber hacer las cosas.
Le admiro profundamente pero sobre todo no le admiro a usted sino a su cultura y a su capacidad de confusión.
Míreme, Don Juan, míreme. y juzgue. Pero a la vez resístase a no comparar sus esperanzas faltas, sus amorosos lances y que yo toda mi vida me la he pasado en alto.
volvamos a la caza. A la caza del alma, a la caza de Dios, o a la caza que siempre has anhelado y pocas veces se consigue.
y no de esperanza falto
volé tan alto tan alto
que le di a la caza alcance.
Para que yo alcance diese
a aqueste lance divino
tanto volar me convino
que de vista me perdiese
y con todo en este trance
en el vuelo quedé falto
mas el amor fue tan alto
que le di a la caza alcance.
He decidido copiar una parte de los versos a los que me refiero porque tiene usted, querido poeta, maravillas en cada uno de los que leo.Y si empiezo a escribir , son demasiados. Si me refiero a ellos como maravillosos ,se pueden hacer ideas equivocadas.
Hace mucho que no siento el amor, el alcance, el volar y el trance, Su santidad. Y no me refiero a usted como prelado, sino como santo. Siempre he pensado que los santos era gente que tenía algo especial de sabiduría y de saber hacer las cosas.
Le admiro profundamente pero sobre todo no le admiro a usted sino a su cultura y a su capacidad de confusión.
Míreme, Don Juan, míreme. y juzgue. Pero a la vez resístase a no comparar sus esperanzas faltas, sus amorosos lances y que yo toda mi vida me la he pasado en alto.
volvamos a la caza. A la caza del alma, a la caza de Dios, o a la caza que siempre has anhelado y pocas veces se consigue.
La conseguí y aquí sigo, señor De la Cruz. No tengo nada más. Sólo el recuerdo. Me falta lo más básico.
Tendré que volver a leer sus versos una y otra vez para descubrir y quedarme con la duda de si usted llegó a la caza alguna vez.
Atentamente estudiándole con toda mi atención. Hablaremos en otra ocasión en la tierra o en el Cielo.
Tendré que volver a leer sus versos una y otra vez para descubrir y quedarme con la duda de si usted llegó a la caza alguna vez.
Atentamente estudiándole con toda mi atención. Hablaremos en otra ocasión en la tierra o en el Cielo.
miércoles, 31 de agosto de 2011
Casida a la alta madrugada.
Esos versos no son degenerados, querido poeta. Pero así acaba su poema y así acabó todo. Yo me lo imagino ululando entre la nieve, entre el frío... aunque allí, ya no hacía frío . Iba a venir al calor y no pudo, me dejó que careciera todas las noches y toda la noche. No caminaba, deambulaba, era un sinvivir que usted describe el peor de toda mi vida, el peor de toda su ida...
en la primera parte sí se acordaba de mi cuerpo, me dejó para no acordarse. Para que caminara desnuda por la casa y me machacara el cuerpo a golpes por no poder levantarlo y levantarme.
Pero , ahora, cuando me levanto ya no me doy golpes. Ya no me machaca nadie. Don Félix, ya no.
en la primera parte sí se acordaba de mi cuerpo, me dejó para no acordarse. Para que caminara desnuda por la casa y me machacara el cuerpo a golpes por no poder levantarlo y levantarme.
Pero , ahora, cuando me levanto ya no me doy golpes. Ya no me machaca nadie. Don Félix, ya no.
jueves, 28 de julio de 2011
Ya no soy la niña amarga.
Muchas felicidades ,querida maestra:
Vengo a decirte que ya no soy la niña amarga. O bueno, sí que lo soy. Aún me queda. Me enamoré sin querer, no fue queriendo, lo juro. No quería tener un soneto de hijo pero era poeta. Era un poeta que no escribía. Hace un mes que se fue. Y ahora , en el día de tu cumpleaños vengo a decirte que ya no soy la niña amarga, no te lo crees? Pues si no te lo crees, qyúdame un poco. Tienes experiencia en no decir el nombre de tus amantes, a quienes has amado y amaste, tienes experiencia en contarlo todo , pero no contar nada. Yo lo intento. Le sigo queriendo, y tú también lo quisiste toda la vida. Lo sé.
Querida Gloria, hoy hubieras cumplido 94 años, quisiera decirte que ya tengo calma, que ahora soy la niña verde, que ahora soy blanca, pero aún no puedo.
Querida Gloria, hoy hubieras cumplido 94 años, quisiera decirte que ya tengo calma, que ahora soy la niña verde, que ahora soy blanca, pero aún no puedo.
Y quiero poder, quiero dirigirme a ti un día para decirte esto, y poder.
Dime un secreto: ¿Te dirigió Federico la mano para escribir el poema? Un poco te ayudó, ¿verdad? a mí me ayuda muchas veces. Lo entiendo, será nuestro secreto.
Tú también me ayudas a mí cuando paso del estado de niña amarga, a niña verde o blanca.
sábado, 2 de abril de 2011
Amor
Otra vez, señor Altolaguirre,otra vez deseo soñar, otra vez deseo no despertar. Hay veces que soñamos lo que deseamos soñar y y lo peor de despertar no es despertar. Lo mejor es despertar, sí. Lo peor de despertar es que queremos seguir soñando unos minutos más. Entonces aprenderé a robarle al tiempo. Si usted, hiciera el favor de enseñarme . Sería totalmente feliz. Quisiera descubrir si ,ese "para siempre" y ese sueño sin final será ,efectivamente; como la historia. No quiero que se acabe ,Don Manuel, porque al pensar en mí cuando lo sueñe es como pensar en el Amor cuando despierte. Siempre, siempre, siempre. Y para siempre. Necesito seguir soñando o empezar a soñar de nuevo. Seré justa, Don Manuel, seré justa. Le mantendré informado.
jueves, 17 de marzo de 2011
Romance
Señor Altolaguirre, no puedo dormir si antes no se me aclaran un par de conceptos: qué es asustarse con un poema y qué es estremecerse con el mismo poema.
Yo hago lo que usted me diga. Necesito saber que soy yo , así sería la única manera de que no me diera miedo.
Me da miedo perder la vista y no poder ver nada y necesito tocar y oir como si fuera el último segundo en que dispusiera de estos sentidos.
Me gusta andar en la oscuridad y comportarme como si fuera ,eso: fina. Tan fina que pudiera caber por la rendija de una puerta cerrada.
No me gustan los golpes con las esquinas, a nadie le gustan .Sobre todo porque son imprevistos y si lo imprevisto estremece y asusta, cuánto más si es un golpe.
Soy valiente ante un ruído .Aunque sigo sin poder dormir. Quizá porque antes ,necesito tener un lugar para acudir cuando decida despertar mi cuerpo.
Yo hago lo que usted me diga. Necesito saber que soy yo , así sería la única manera de que no me diera miedo.
Me da miedo perder la vista y no poder ver nada y necesito tocar y oir como si fuera el último segundo en que dispusiera de estos sentidos.
Me gusta andar en la oscuridad y comportarme como si fuera ,eso: fina. Tan fina que pudiera caber por la rendija de una puerta cerrada.
No me gustan los golpes con las esquinas, a nadie le gustan .Sobre todo porque son imprevistos y si lo imprevisto estremece y asusta, cuánto más si es un golpe.
Soy valiente ante un ruído .Aunque sigo sin poder dormir. Quizá porque antes ,necesito tener un lugar para acudir cuando decida despertar mi cuerpo.
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